Capilla
El retablo es de líneas sencillas y pausadas, sin especiales alardes escenográficos, pero interesante talla y no malas proporciones[1]. Está compuesto por sotobanco de mármol negro y frontal de madera de estilo barroco moderno, banco donde aparece el sagrario, cuerpo central dividido por estípites en tres calles y ático de medio punto. En el cuerpo central, la calle central es más ancha y tiene la embocadura del camarín que acoge la imagen de la Virgen de los Dolores. En las calle laterales, aparecen las imágenes seriadas de Joaquín y Santa Ana, sobre repisas y bajo frontoncillos triangulares partidos. El ático repite la misma estructura que el cuerpo anterior pero con estípites sólo en la calle central. Aparece en él la imagen, también seriada, del Sagrado Corazón de Jesús y, por último, encima, el escudo Charitas en referencia a la Orden de los Franciscanos Mínimos.
[1] Halcón F., Herrera F., Recio A. El retablo barroco sevillano. Universidad de Sevilla, Fundación El Monte. Sevilla, 2000.
Antonio Morón Carmona
Los frescos o pinturas de la capilla Sacramental de la Virgen de los Dolores fueron cambiadas en 2010 por el artista local José Antonio Molina Heredia, tras encargo de la Junta de Gobierno presidida por D. Francisco Martín de la Hinojosa de la Puerta, debido al estado de deterioro que presentaban las anteriores y aprovechando las obras que se acometieron sobre el techo de la capilla debido a la cantidad de grietas y problemas estructurales que presentaba.
El artista presentó una serie de bocetos originales, aprobados por la Junta de Gobierno, fraguados en su mente e inspirados en el barroco y renacimiento, recreando el efecto de molduras de escayola en grises con tonos marrones sobre un fondo rojo con perfiles en dorado alegradas con ángeles, en sus colores con la túnica de la hermandad y los cordones, con centro frutales.
Las partes más trabajadas fueron el arco del fondo, en el que se recreó una vidriera con el escudo de la Hermandad, así como las pechinas y las partes bajas de los arcos.
Las paredes de la capilla se picaron completamente y se enlucieron de nuevo lo que hizo que las pinturas resaltaran más. El tipo pintura utilizada no fue al agua, fue más fuerte ya que iba al disolvente y era casi una goma laca pegada en la pared con las actitudes de resistencia a la humedad, antimanchas, transpirables, insonorizada. Dicha pintura es muy fuerte ya que está creada más para exteriores, pero se utilizó para el interior con el fin de que durase lo máximo posible.
Los perfiles en dorado le dieron un toque muy distinto y a la vez un mejor realce ganando en luminosidad y claridad a pesar de que los diseños estuvieron bastante trabajados y eso fue en parte a que los colores utilizados fueron suaves y mezclados entre sí para que se relacionaran y no destacasen unos más que otros y si los perfiles dorados siendo este el contraste que existe en la capilla.
En este diseño y mezcla de colores es muy importante la iluminación de la Capilla ya que esta hace que el rojo de fondo se quede atrás y las molduras salgan hacia fuera con el dorado.
La Junta de gobierno insistió en incluir detalles alusivos al resto de hermandades de la parroquia.

